-Objetos
malditos a lo largo de la historia.
A
lo largo de la historia nos encontramos con una serie de piezas que
algunos consideran malditas, otros poseídas y hay quienes solo
piensan, que fueron particularidades de hechos acaecidos que no
guardan relación con esos elementos.
Hoy
os traigo algunos de ellos para que juzguéis si realmente son
particularidades o realmente hay algo maligno en ellos.
- El
cuadro de Stoneham.
The
hand resist him, o lo que sería su traducción literal, “las manos
lo resisten”. Es el título del óleo pintado en 1972 por Bill
Stoneham. La pintura representa a un niño y una muñeca delante de
una gran puerta con paneles de cristal, contra la cual presionan
desde el interior unas cuantas manos infantiles.
El
artista, comentaría la interpretación de la pintura, declarando que
el niño sería él mismo a la edad de 5 años, la puerta
representaría la línea divisoria entre el mundo real y la fantasía
e imposibilidades, mientras que la muñeca es la que lo guía a
través de ese trance. Las manos serían vidas o posibilidades
alternativas.
La
pintura se convirtió en un tema de leyenda urbana y meme viral en
febrero del año 2000, en el que fue puesta para la venta en EBay,
debido en parte a la descripción que el vendedor hizo de ella.
Pero
vamos por partes, esta pintura fue exhibida por primera vez en la
galería Faingarten, Beberly Hills, durante la década de los
70. Durante la exposición, la pieza fue comprada por el actor John
Marley, célebre por la interpretación de Jack Woltz en la película
“El padrino”.
Inexplicablemente,
tras la muerte de Marley que ocurría en 1984, la obra fue encontrada
por una pareja de ancianos de California, en una vieja fábrica de
cerveza abandonada.
Nada
se sabe de ella hasta el mes de febrero del año 2000, que es cuando
hace su aparición en el sitio web de subastas EBay.
Según
su vendedor, los anteriores dueños (se supone que la pareja de
ancianos que la encontró), comentaban que la pintura tenía algún
tipo de maldición, ya que en la descripción para su venta, se
aseguraba que los personajes del cuadro se movían durante la noche.
Es decir, que los personajes podían salir de la pintura y moverse
por la estancia en donde residía el cuadro.
Para
más detalle, se aportaban como prueba una serie de fotografías, en
las que se podía ver a la muñeca amenazando al niño con una
pistola que tenía en la mano, lo cual impulsaba a dicho niño a
salir del cuadro.
En
una nota anexa de la descripción para su venta, se podía encontrar
una aclaración donde el vendedor, no se hacía responsable de lo que
le ocurriese a quien comprase la obra.
Como
es de suponer, ante tanto despliegue de datos, la noticia pronto se
propagó por internet y muchos eran los que entraban en EBay para
mirar dicha pintura. Algunas personas comentarían que al mirarla
detenidamente, se habían sentido mal o tuvieron experiencias
desagradables.
Salió
con una puja inicial de 199 dólares y fue vendida por 1025. El
comprador, de Michigan, con el tiempo logró contactar con el
artista, Stonehem y le relató la insólita historia sobre su obra de
arte. Él dijo estar sorprendido por todas las especulaciones e
interpretaciones sobre su pintura. Le aclaró al comprador que lo que
sostiene la muñeca en la mano, no es otra cosa que una pila vieja y
una maraña de cables. Aunque también le comentaría, que recordaba
que el dueño de la galería donde se había exhibido por primera vez
y el crítico de arte que había dado cobertura al evento, habían
fallecido un año después de haber tenido contacto con la obra.
Actualmente se desconoce el paradero de la pintura.
- La
pintura de “El hombre angustiado”.
Esta
historia comienza con el señor Sean Robinson, al recibir como
herencia de parte de su abuela, esta obra.
Unos
años atrás su abuela la recibía a su vez de un amigo, que le
aseguraba que el óleo, el cual lleva el título de “El hombre
angustiado”, había sido pintado mezclando la sangre del artista
con los aceites para realizar dicha obra. Poco después de
terminarla, el autor se suicidaría.
Cuando
Sean llegó con la pintura a casa, a su esposa no le agradó mucho,
ya que le producía angustia y pidió a su marido que la dejase en el
sótano.
Con
el tiempo se fueron olvidando del cuadro, aunque no así su perro,
quien se negaba a bajar y a veces solía gruñir delante de la puerta
de acceso a esa estancia.
Allí
estuvo durante bastante tiempo relegada al olvido, hasta que unas
inundaciones en el sótano, obligaron a Sean y a su familia a
desalojar todos los objetos que allí se encontraban. Decidieron de
nuevo llevar el cuadro al dormitorio de invitados, que se encontraba
en el tercer piso de la casa. Poco tiempo después, comenzarían los
extraños sucesos que Sean y su esposa sufrirían: extraños ruidos,
inexplicables golpes, roces de uñas en las paredes, objetos que se
caían solos. El perro de la familia, se negaba a subir a las
habitaciones superiores.
Pero
todo se agravaría con la aparición de una figura sombría por la
casa y el sonido de lloros en dicha habitación de invitados. También
comenzaron a notar numerosos puntos fríos en la casa y la sensación
de ser observados.
El
señor Robinson estaba preocupado, ya que no sabía si realmente todo
eso era fruto de la imaginación, si su familia estaba sufriendo
histeria colectiva, o si realmente todo aquello eran fenómenos
paranormales.
Una
noche, su esposa había subido al cuarto para acostarse, en un
determinado momento, notó que alguien se acostaba a su lado en la
cama. Se giró para dirigirse a su marido y cuál no sería su
sorpresa al encontrarse con una silueta oscura a su lado. Tras los
gritos de miedo, Sean subió al cuarto para ver lo que había
ocurrido y después de relatarle todo, decidió llevar de nuevo la
pintura al sótano.
Un
tiempo después de todo lo acontecido, decidió llevar a cabo una
prueba. Sin comentar nada con su familia, volvió a subir el cuadro
al dormitorio de invitados, a los pocos días, su hijo que bajaba las
escaleras, tropezó y cayó varios escalones, no llegando a
herirse pero si sufriendo una ligera conmoción. Al preguntarle que
le había ocurrido, el niño relataría que había notado como una
presión en la espalda,le había empujado hacia delante y que no
había podido evitar caerse.
Después
de este suceso, el señor Robinson volvió a dejar el cuadro en el
sótano, deteniendo con esto la actividad paranormal en la casa.
Si
lo deseáis, podéis ver varios videos en youtube que él mismo ha
subido, donde se ven algunos fenómenos provocados por dicha pintura.
- La
caja dybbuk
Y
para terminar, dejamos descansar las pinturas y damos paso a una
caja. Porque ésta es la historia de un mueble que sirve para guardar
botellas de vino y que supuestamente se encuentra habitada por un
Dybbuk, que no es otra cosa que un espíritu judío.
Todo
esto comienza a finales de la segunda guerra mundial, con su
propietario original, un superviviente polaco del holocausto que
huiría a nuestro país y más tarde a Estados Unidos.
Éste
hombre moriría en el 2001 y su siguiente dueño, sería un
restaurador que la adquiriría en un mercadillo. La nieta del primer
dueño, le contó al restaurador que esa caja había estado siempre
en el cuarto de costura de su abuela y que nunca habían querido
abrirla, ya que un Dybbuk habitaba en ella.
El
Dybbuk es un espíritu maligno del folclore judío.
Al
escuchar esta historia, el nuevo comprador, ofreció de nuevo la caja
a la nieta, quien tras un ataque de ansiedad se negó a aceptarla.
El
hombre llevado por la curiosidad, llegó a abrir la caja y en ella se
encontraría algo realmente curioso; dos peniques del año 1920, un
mechón de cabello rubio, un rizo de cabello castaño y una pequeña
figura que tenía grabada la palabra hebrea “ Shalom”. (Significa
paz o bienestar. También puede referirse a la paz entre dos partes)
El
restaurador, culparía a este objeto del ataque de corazón que
sufriría su madre al poco de tenerla en casa y del mal
funcionamiento de su negocio.
Como
casi todos los objetos malditos, la caja ha tenido varios dueños y
todos coinciden en asegurar que la rodean extraños fenómenos.
El
antepenúltimo dueño, Losif Neitzke, que la adquiriría en EBay,
sostenía que tras comprarla, era la causante de la aparición de
luces y fuegos en su casa y también de la pérdida de su pelo.
Un
detalle curioso es que todos los que han sido propietarios, coinciden
en el olor a amoníaco que proviene de su interior y de las terribles
pesadillas sobre una anciana que aparece siempre al lado de la caja.
El
penúltimo, sería Jason Haxton, el cual asegura que tras comprar la
caja ha sufrido una serie de malas experiencias, entre las cuales
relata, los vómitos y el sangrado de ojos. Además de culpar a la
caja de haber sido la causante de la muerte de su madre.
Actualmente
la caja Dybbuk, pertenece a Zack Bagans, uno de los componentes del
reality” Buscadores de Fantasmas”, el cual la custodia en su
famoso museo. El famoso objeto se expondrá cerrado y según palabras
de su dueño, solo se podrá ver abierta en una sala privada, siendo
mayor de edad y firmando un documento de responsabilidad.
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